Segunda Etapa: CASTILLO BLANCO DE LOS ARROYOS-FUENTE DE CANTOS
Viernes 09.07.2004.
Kms. |
Kms. Totales |
Media |
Tiempo |
Dificultad |
Señalización- Tiempo |
89. |
144. |
12 km/h |
7h3' |
Media/baja |
Buena- Calor moderado |
Salgo de Castilloblanco hacia Almadén
de la Plata por la carretera S-185 que usamos los ciclistas y los caminantes
indistintamente. La carretera bien asfaltada y señalizada, no tiene
demasiado tránsito. Las subidas y bajadas se suceden contínuamente,
a unos dieciséis kilómetros viene el desvío del Camino, ahora se introduce
en una finca particular ganadera. Yo prefiero continuar por la carretera
hasta encontrar la A-450 que me lleva hasta Almadén de la Plata. Una vez
en el pueblo, en un súper me abastezco de frutas y agua. En las oficinas
del Ayuntamiento sello la credencial y después paseo por algunas
calles. Recuperado, salgo del pueblo por el Camino, que hace subida y pasa
por delante de la plaza de toros. El Camino continúa por tierras ganaderas,
dónde predominan cerdos y cabras. Algún perro, generalmente grande, te hace
saber que has de ir con cuidado. Paso por puertas de fincas que traspaso
y que dejo tal como las encuentro. Ahora el camino se hace algo más pesado
y dificultoso. Llego a la puerta de la finca "Arroyo Mateos",
la puerta está cerrada pero no tiene echado candado, la paso y vuelvo
a cerrar. El Camino continúa, paso por un cortijo en el que no se ve una
alma viviente, pero sí, cabras, corderos y cerdos. Dos perros se
disputan, con estridentes ladridos y a la carrera, quien será el
primero en aproximarse a mí. Los ignoro y continúo el Camino, ellos desisten
en la persecución y rabo entre piernas vuelven a su lugar de origen. Ahora
llega una bajada peligrosa, sobretodo por el peso que arrastro, hasta el
arroyo. Prudencia, la bajada pone a prueba tu cabeza, tu agilidad y sobre
todo los frenos. Superado el momento difícil, empieza la subida que
tampoco te ayuda mucho. El camino está polvoriento y las ruedas no
se adhieren bien. No pasa nada, bajo de la bici y la arrastro un rato. Cuando se llega arriba, hay que vigilar las flechas, que las
hay, pero no están bien colocadas y te confunden. A partir de aquí, el camino
se hace más amoroso a pesar de que continuo abriendo y cerrando puertas,
portelas, creo que les llaman. La travesía de fincas ganaderas continúa.
Ahora el Camino baja un poco, va por una carretera ancha pero sin alquitranar.
Ahora planea. Encuentro un monolito " in memoria" de José L. Salvador, promotor
de esta Vía. También encuentro miliarios en buen estado de conservación
( foto de la izquierda). El Real de Jara ya
está cerca. Llego a la hora del almuerzo, y como en el Mesón "la
Cochera", no está mal. Repuestas las fuerzas, lleno de agua
los depósitos y continúo por buen Camino hacia la ermita de S. Isidoro.
Al rato, y ya que el sol insiste, busco una sombra, la encuentro en "un
alcornoque" ancho y frondoso cerca del Camino, que me invita a hacer una
cabezada, no rechazo la invitación. Duermo un rato. A las cinco me
pongo nuevamente en marcha. Pasada el área de descanso de la ermita, cojo
la N-630 de subida. El Camino va paralelo a ella. Algunos camioneros pasan
tocándome las alforjas, cosa que me pone a tope, y en cambio otros, más
bien intencionados, me tocan el claxon a modo de saludo, pero a tres metros...,
me desequilibraban y asustan. No me queda mas remedio que aguantar o salir
de la carretera, algunos camioneros son así. AL llegar a Monesterio, la
N-630 está más tranquila, y intentando aprovechar la oportunidad
, vuelvo a coger la carretera hasta Fuente de Cantos que está a unos
22 kms. Cuando llego, intento encontrar el refugio, un Sr. Antonio de Zaragoza
se da cuenta de mi intención y me llama la atención. Él mismo
me indica dónde encontrar el albergue. El albergue es privado, vale 12 €,
dormir y deasayunar. Está muy bien. Se encuentra situado en el Centro de
Interpretación de Zurbaran, hijo del pueblo. Realizo el aseo personal y
la colada. Acompañado de Antonio de Zaragoza, Kepa de Deusto y la pareja
Iñaqui y Lourdes de Lezama visitamos el Centro de Interpretación
de Zurbaran. El director del Centro, nos acompaña en la visita, sus explicaciones,
el vídeo, etc. amplian algo más nuestra pobre cultura pictórica, al mismo
tiempo que revaloriza la figura de Zurbaran. Acabada la visita, cenamos
en el restaurante del albergue/Centro. La cena es la guinda del día.
Buena mesa, buen vino, buena conversación, ....no se puede pedir
más.